Vamos a ver este tema que es importante para el trabajo de la Alquimia, es definitivo lo que vamos a ver hoy y lo que ustedes están estudiando. Indudablemente, la Castidad es exactamente lo contrario a la lujuria, lo opuesto, lo totalmente opuesto al desenvolvimiento de la lujuria. El Triángulo del Amor está apoyado en: la CASTIDAD, la FIDELIDAD y el AMOR.
Siempre que una persona vaya a trabajar en el Sexo tiene que darse este triángulo perfectamente equilibrado, ya que esas tres fuerzas están actuando de momento en momento. Si una persona se olvida del Amor fracasa en el sexo. Si una persona se olvida de la Fidelidad fracasa, si olvida la Castidad fracasa. Cada una de estas tres fuerzas va a depender de las tres fuerzas primarias:
- La CASTIDAD está relacionada directamente con el Espíritu Santo, con el SEXO y con la no fornicación.
- La FIDELIDAD está relacionada con el fiel de la balanza, con el Hijo, con la JUSTICIA.
- El AMOR está relacionado con el Padre.
Las tres fuerzas tienen que darse al unísono en el trabajo sexual. Si en el sexo se carece de alguna de estas tres fuerzas es muy difícil que alguien progrese.
Vamos a hablar del fuego. El Fuego tiene dos aspectos: un aspecto que está dado por el KUNDALINI, y otro aspecto es el KUNDARTIGUADOR. Estos dos son totalmente opuestos.
La palabra Kundalini se refiere al fuego ascendiendo victorioso por la médula espinal. Kundartiguador quiere decir fuego descendiendo a los infiernos atómicos del Humanoide.
Ya sabemos que la Energía Creadora Sexual crea, su función es crear: con un óvulo y un esperma reproduce la especie. Los demás espermas que participan en la cópula también crean: a los agregados psicológicos. Cuando se derramó la simiente se crearon todos los yoes o defectos psicológicos.
Existen tres tipos de sexología:
- El Supra-sexo: Regeneración, sexo de los Dioses. Creación de los Hijos de la Luz.
- El Sexo normal: Generación. Reproducción de la especie.
- El Infra-sexo: Degeneración. Reproducción del Ego.
Veamos algunos de los yoes de la Lujuria:
1
El yo fornicario
Fornicar significa derramar la Energía Creadora Sexual en cualquier forma. Este yo es el eje de la legión. Es necesario eliminarlo para lograr la Castidad.
2
El yo del orgasmo
Solo busca la sensación que provoca derramar la energía.
3
El yo conquistador
4
El yo novio/a
5
El yo casado/a
6
El yo divorciado/a
7
El yo reproductor
Sólo le interesa la función animal de la reproducción.
Se relaciona con el yo papá – el yo mamá – el yo hermano- el yo esposo- el yo familia
8
El embarazo
Yoes que intervienen durante el embarazo tanto en la mujer como en el varón.
9
El yo madre soltera
10
Inseminación artificial
11
Anticonceptivos
Todos los anticonceptivos son formas de aborto continuado
12
El yo castrado/a
Ligaduras de trompas, extracción de ovarios, vasectomía, etc.
13
El yo del aborto
14
Clonaciones
15
El yo satisfecho
16
El yo insatisfecho
17
El yo provocador/a
Yoes que hacen desear, incitan
18
El yo seductor
Distintas formas de seducir: interesante, galante, indiferente, etc.
19
El yo coqueto
Clases de coquetería.
20
El yo vanidoso
Sufre por mostrarse de una manera. Sufre por la belleza
21
El yo engreído
Se engrandece
22
El yo de las modas
Ropas, peinados, estilos, etc.
23
El yo modelo
Desfiles de moda
24
El yo reina de belleza
Reinados de belleza
25
El yo exhibicionista
Le gusta mostrarse
26
El yo nudista
Le gusta andar desnudo. Situaciones de nudismo
27
El yo narciso
Enamorado de sí mismo, de su imagen
28
El amor platónico
Yoes que idealizan
29
Los apegos
Todo apego esconde temor a perder algo que da placer
30
El sentimentalismo morboso
Yoes que encuentran placer en sufrir por la pareja, por ejemplo cuando no está. Se fundamentan en el apego
31
El yo celoso
Yoes posesivos, miedosos, envidiosos, codiciosos, odiadores.
32
El yo adúltero
Adulterar es quitarle a algo su pureza inicial. Se pueden adulterar las prácticas, la pareja, etc.
33
El yo infiel
Engaños, excusas, justificaciones, etc.
34
El yo amante
Yoes que buscan intercambio sexual sin compromisos ni responsabilidades
35
El yo selectivo de hombres
Son comparadores. Forman prototipos
36
El yo selectivo de mujeres
Son comparadores. Forman prototipos
37
Varios novios
38
Varias novias
39
El yo polígamo
Tiene varias esposas
40
El yo del harén
Tiene varias esposas o esposos en una misma casa
41
El yo Casanova
Forma una nueva familia con cada mujer
42
El yo Juan Tenorio
Conquista una mujer para copular con ella por única vez
43
El yo Doña Inés
Conquista un varón para copular con él por única vez
44
El yo concubina
Convive con un varón sin estar casada con él
45
Matrimonio abierto
Es el matrimonio en el que se permite adulterar
46
El yo cabrón
Yo que permite el adulterio de su pareja
47
Intercambio de parejas
48
Triángulos amorosos
Cualquier relación de tipo sexual que involucre a 3 personas
49
Práctica de sexo en la misma habitación con otras personas
50
Sexo en grupo
Practicar el sexo en forma simultanea con otras parejas
51
Orgías
Todos mantienen sexo con todos sin distinciones
52
Prostitución
-Comercio con el cuerpo físico para fines sexuales.
-Toda entrega condicionada por un interés
a- yo prostituta (tiene o tuvo sexo con más de un varón, es decir con más de una próstata)
b- yo calavera (tuvo sexo con más de una mujer, es decir usó su próstata en más de una vagina)
c- yo proxeneta (se beneficia con la prostitución de otra persona)
53
Erotismo impuro
Estrategias o medios bajos para entrar en actividad sexual. Pornografía, danzas y shows lujuriosos, chistes, sexo oral , masturbación, etc.
54
Perversidad sexual
Yoes que buscan viciar y corromper (prácticas y personas)
55
Aberraciones sexuales
Vicios y costumbres depravadas usadas para excitarse.
56
El yo lascivo
Planea y fantasea sobre sexo. Deseo sexual reprimido.
57
El yo mirón
Busca impresiones visuales. La falta de pureza al mirar debilita la voluntad. Ej.: mirar desfiles, carnavales, reinados de belleza, personas por la calle, etc.
58
El yo fisgón
Le gusta espiar
59
El yo voyeur
Le gusta espiar a otras parejas mientras practican sexo
60
Pornografía:
Revistas, videos, internet, shows etc.
Información visual sobre sexo.
Pervierte al sexo, provoca impotencia. Agota la energía en el sólo desear. Impide el despertar de la Conciencia
61
Cuentos verdes
Yoes cuenta chistes y contadores de anécdotas. Quieren hacer del sexo algo gracioso.
62
Llamadas obscenas
63
Identificaciones
Por no transformar las impresiones que entran a través los cinco sentidos. Duermen la Conciencia, alimentan a los yoes
64
Poluciones nocturnas
Por lo general debido a la lascivia e impresiones no transformadas
65
El yo masturbador:
Estimula el aparato sexual con la mano para provocar el orgasmo, a sí mismo o a otro
a- Auto-masturbación.
b- Masturbación colaborada
c- Masturbación mutua
d- Masturbarse con animales o masturbarlos
66
Los consoladores
67
Los vibradores
68
Muñecas inflables de hule
69
Auto-homosexualismo
Introducción de aparatos en el ano, acompañado de masturbación
70
Práctica de sexo con aparatos
71
Sexo anal
Copular por el ano de una mujer u otro hombre
72
Homosexualismo:
Yoes homosexuales Pasivos: Hace el papel de mujer en la relación homosexual
Yoes homosexuales Activos: Varón que introduce el falo en el ano de mujer o varón
Yoes travestíes
Yoes hermafroditas
73
Sexo oral:
Provocar el orgasmo con la boca a otra persona
Sexo buco-fálico: Extracción del semen del falo con la boca
Sexo buco-vaginal: Obligar el orgasmo con la lengua en la vagina
74
Lesbianismo
75
El beso negro
Introducción de la lengua en el ano.
76
Pedofilia
Práctica de sexo con niños
77
Zoofilia o Bestialismo
Práctica de sexo con animales
78
Necrofilia
Práctica de sexo con muertos
79
El yo morboso
Utiliza elementos lascivos para excitarse o excitar a otros.
80
El yo fetichista
Tiene fijación erótica por un objeto o parte del cuerpo
81
El yo sádico
Obtiene placer provocando sufrimiento a los demás
82
El yo masoquista
Obtiene placer a través del sufrimiento propio
83
Violencia sexual
Yoes que maltratan a la pareja durante la práctica
84
El yo desvirgador / desflorador
Le gusta quitar la virginidad a las mujeres
85
El yo violador
86
La tolerancia sexual
Yoes que aceptan o permiten que el otro haga lo que desee
87
La sumisión sexual
Yoes que por placer adoptan una postura pasiva durante la práctica o se dejan dominar por el otro.
88
La curiosidad sexual
89
La complacencia sexual
Yoes que hacen lo que al otro le gusta para provocarle placer
90
Práctica de sexo sin deseo
91
Auto-obligarse para la práctica
92
Obligar a la práctica
93
Yoes abusadores de sexo
94
Practicar varias veces el mismo día
95
Practicar con varias mujeres el mismo día
96
Practicar con varios hombres el mismo día
97
Practicar con una persona pensando en otra
98
Practicar el sexo en el día (mientras hay sol)
99
Prácticas de sexo en el agua
100
Práctica de sexo en menstruación
Durante la menstruación la energía de la mujer atraviesa un proceso involutivo. Cualquier contacto revive yoes muertos
101
Prácticas de sexo en embarazo
102
Practicar sexo en lactancia
103
Practicar estando enfermo
104
Enfermedades venéreas
105
Profanaciones del templo
106
Exámenes ginecológicos
107
Exámenes urológicos, proctológicos
108
Parrandero, fiestero.
109
Los carnavales
110
Alcoholismo
111
Drogadicción
112
Piropos
113
Prometedores
Yoes que cumplen e incumplen
114
Bailarín
115
El yo toquetón
116
Abrazos insinuantes
117
Las caricias sin práctica
Activar la energía y no utilizarla la hace involucionar
118
Los besos
Es necesario aprender a besar con pureza
119
El machismo. El feminismo
120
Incesto
Relación sexual con familiares
121
Promiscuidad
Tener varias parejas y amantes.
122
Súcubo (en el hombre). Íncubo (en la mujer)
Entidad creada y alimentada con la energía derramada en cada fornicación
123
Ligues sexuales
Uno se queda unido con cada persona con la que ha copulado
124
Ligues con semen
125
Brujería
Yo bruja, Yo brujo
126
Satanismo
Misa negra: Varios copulan en un mismo yoni para crear un embo y fortalecer al Ego. La prostitución es una forma de misa negra.
127
Sexo dirigido
Practicar bajo instrucciones, consejos o dirección de terceros
128
Frialdad sexual
129
Impotencia sexual
130
Celibato
Máximo grado de degeneración
El proceso de la regeneración empieza con la desintegración de los defectos que conocemos que tenemos. Los anteriores yoes impiden que lleguemos a la Castidad, la Fidelidad y el Amor.
En la medida que estudiamos esos yoes vamos comprendiendo los errores que hemos cometido e iremos perfeccionando las prácticas de sexo. Igualmente lograremos una mayor potencia sexual. Como todos esos yoes son del Infrasexo, al ir eliminándolos podremos llegar a la sexualidad normal y a la suprasexualidad.
En Alquimia a este proceso se le denomina “blanquear el latón”.
Normalmente, para hablar de traición, debe existir un pacto previo que se pueda traicionar. Entonces, si hay un pacto que no se cumple hay traición. Por lo tanto, partiremos de esta base que para estudiar la traición: tiene que violarse un pacto o un compromiso que se tenga.
Nosotros, en el plano físico, conocemos la traición cuando, por ejemplo, un novio le dice a una novia que la va a amar toda la vida y a los quince días está aburrido. Ya de hecho el novio hizo una promesa, y la incumplió, entonces hay traición.
Indudablemente hay traición cuando se falsifica algo o se adultera algo, para que haya traición debe haberse roto algo: un vínculo, un lazo, una promesa, etc. Esta es una forma de traición.
Cuando uno llega al Conocimiento, y está dispuesto a hacer la Obra, se compromete a trabajar cueste lo que cueste; entonces, tiene que enfrentarse con los tres enemigos del Cristo, que todos nosotros llevamos dentro, y que forman eso que llamaremos: el yo de la traición.
LOS TRES TRAIDORES:
En el Trabajo Interior profundo, dentro del terreno de la más estricta auto-observación psicológica, hemos de vivenciar en forma directa todo el Drama Cósmico. El Cristo Intimo ha de eliminar todos los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos. Los múltiples agregados psíquicos en nuestras profundidades psicológicas gritan pidiendo crucifixión para el Señor Interior.
Incuestionablemente, cada uno de nosotros lleva en su psiquis a los Tres Traidores. Judas, el demonio del deseo; Pilatos, el demonio de la mente; Caifás, el demonio de la mala voluntad. Estos Tres Traidores crucifican al Señor de Perfecciones en el fondo mismo de nuestra alma. Se trata de tres tipos específicos de elementos inhumanos fundamentales en el Drama Cósmico.
Indubitablemente, el citado drama se ha vivido siempre secretamente en las profundidades de la Conciencia Superlativa del Ser. No es el Drama Cósmico propiedad exclusiva del Gran Kabir Jesús como suponen siempre los ignorantes ilustrados. Los Iniciados de todas las edades, los Maestros de todos los siglos, han tenido que vivir el Drama Cósmico dentro de sí mismos, aquí y ahora.
Empero, Jesús, el Gran Kabir, tuvo el valor de representar tal drama íntimo públicamente, en la calle y a la luz del día, para abrir el sentido de la Iniciación a todos los seres humanos, sin diferencias de raza, sexo, casta o color. Es maravilloso que haya alguien que en forma pública enseñare el drama íntimo a todos los pueblos de la Tierra.
El Cristo Íntimo, no siendo lujurioso, tiene que eliminar de sí mismo los elementos psicológicos de la lujuria.
El Cristo Íntimo, siendo en sí mismo paz y amor, debe eliminar de sí mismo los elementos indeseables de la ira.
El Cristo Íntimo, no siendo codicioso, debe eliminar de sí mismo los elementos indeseables de la codicia.
El Cristo Íntimo no siendo envidioso debe eliminar de sí mismo los agregados psíquicos de la envidia.
El Cristo Íntimo, siendo humildad perfecta, modestia infinita, sencillez absoluta, debe eliminar de sí mismo los asqueantes elementos del orgullo, de la vanidad, del engreimiento.
El Cristo Íntimo, la Palabra, el Logos Creador, viviendo siempre en constante actividad, tiene que eliminar en nuestro interior, en sí mismo y por sí mismo, los elementos indeseables de la inercia, de la pereza, del estancamiento.
El Señor de Perfección, acostumbrado a todos los ayunos, templado, jamás amigo de borracheras y de grandes banquetes, tiene que eliminar de sí mismo los abominables elementos de la gula.
Extraña simbiosis la del Cristo-Jesús; el Cristo-Hombre; rara mezcla de lo divino y de lo humano, de lo perfecto y de lo imperfecto; prueba siempre constante para el Logos.
Lo más interesante de todo esto es que el Cristo Secreto es siempre un triunfador; alguien que vence constantemente a las tinieblas; alguien que elimina a las tinieblas dentro de sí mismo, aquí y ahora.
El Cristo Secreto es el señor de la Gran Rebelión, rechazado por los sacerdotes, por los ancianos y por los escribas del templo.
Los sacerdotes le odian, es decir, no le comprenden; quieren que el Señor de Perfecciones viva exclusivamente en el tiempo de acuerdo con sus dogmas inquebrantables.
Los ancianos, es decir, los moradores de la tierra, los buenos dueños de casa, la gente juiciosa, la gente de experiencia, aborrecen al Logos, al Cristo Rojo, al Cristo de la Gran rebelión, porque éste se sale del mundo de sus hábitos y costumbres anticuadas, reaccionarias y petrificadas en muchos ayeres.
Los escribas del templo, los bribones del intelecto, aborrecen al Cristo Íntimo porque éste es la antítesis del Anticristo, el enemigo declarado de todo ese podridero de teorías universitarias que tanto abunda en los mercados de cuerpos y de almas.
Los Tres Traidores odian mortalmente al Cristo Secreto y lo conducen a la muerte dentro de nosotros mismos y en nuestro propio espacio psicológico.
Judas, el demonio del deseo, cambia siempre al Señor por treinta monedas de plata; es decir, por licores, dineros, fama, vanidades, fornicaciones, adulterios, etc.
Pilatos, el demonio de la mente, siempre se lava las manos, siempre se declara inocente, nunca tiene la culpa, constantemente se justifica ante sí mismo y ante los demás, busca evasivas, escapatorias, para eludir sus propias responsabilidades, etc.
Caifás, el demonio de la mala voluntad, traiciona incesantemente al Señor dentro de nosotros mismos; el Adorable Íntimo le da el báculo para pastorear sus ovejas. Sin embargo, el cínico traidor convierte el altar en lecho de placeres, fornica incesantemente, adultera, vende los sacramentos, etc.
Estos Tres Traidores hacen sufrir secretamente al adorable Señor Íntimo sin compasión alguna. Pilatos le hace poner la corona de espinas en sus sienes, los malvados yoes lo flagelan, le insultan, le maldicen en el espacio psicológico íntimo sin piedad de ninguna especie.
JUDAS
Judas es el Demonio del Deseo, el Enemigo de la Naturaleza. Representa todos nuestros propios deseos, tentaciones, y fascinación en el mundo físico. Estudiemos este traidor.
El deseo es la fuente de la fuerza, pues es el fuego que anima cualquier cosa, si nos entregamos a nuestros deseos seremos sus esclavos; si nos negamos a cada uno de nuestros deseos liberaremos ese fuego que está oculto en él. O nos haremos dueños de la fuerza.
Judas vende al Cristo por treinta monedas de plata. Esto quiere decir que nuestros deseos venden en el mundo físico al Cristo (el Fuego). Cuando aprendemos a negarnos a nosotros mismos, o a nuestros deseos, comenzamos adueñarnos de la fuerza que está oculta en cada deseo.
Cuando no sabemos negarnos a nosotros mismos vamos detrás de cada uno de nuestros deseos en el diario vivir.
Aprender a combatir con este traidor es muy importante si es que queremos avanzar en la Gran Obra, de lo contrario no iniciaremos el Trabajo Esotérico.
El evangelio de Judas dice: “Dichoso aquel que ve en mi luz la luz de mi Maestro”.
Cuando uno ve en el deseo al Fuego, al Cristo, lo rescata; cuando no lo ve lo pierde de instante en instante.
El deseo es fuego, y muriendo de instante en instante lo rescatamos como Voluntad.
Se dice que Judas, o el Deseo, es el enemigo de la Naturaleza, porque no permite ninguna creación en sí mismo. Cuando empezamos a negarnos a nosotros mismos comenzamos a equilibrar los centros, y el trabajo del nacimiento dará sus frutos, la Energía Creadora del Espíritu Santo cristalizará los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.
A este demonio se le vence negándose a sí mismo.
PILATOS
Pilatos es el Demonio de la Mente, el enemigo de la Sabiduría. Representa todas nuestras disculpas, justificaciones, evasivas, escapatorias, etc., a través de las cuales continuaremos siendo los mismos.
¿Qué es lavarse las manos? Siempre que estamos ante un problema cualquiera nos justificamos, nos identificamos con el problema, no sabemos sacarle provecho a la situación. Siempre hallamos disculpas para no trabajar, para no eliminar los defectos.
Estudiemos este demonio de la mente: Siempre encuentra salidas, evasivas y justificaciones para seguir siendo el mismo. A la mente le toca el papel de juzgar a cada uno de nuestros defectos, de enjuiciarlos con la reflexión, pero no cumple con su trabajo, vive identificada con todos los procesos subjetivos.
Si queremos morir tenemos que dejar de justificarnos, tenemos que juzgarnos despiadadamente, no debemos aceptar las escapatorias, debemos volvernos serios con el trabajo.
Debemos quitarle el pasto al burro, no debemos alimentar los defectos del intelecto, debemos acabar con todos los conceptos para ir integrando nuestra mente. Recordemos que la mejor manera de pensar es no pensar. Con todo el intelectualismo la mente se degeneró y ya no comprende.
A este demonio se le denomina el enemigo de la Sabiduría porque no deja morir en sí mismo. La sabiduría llega con la muerte, sino se muere, pues, no habrá sabiduría. Este demonio impide la muerte psicológica, siempre le hecha la culpa a los demás, los vive juzgando, en lugar de juzgar nuestras propias acciones. Encuentra miles de justificaciones para no dejarnos hacer las cosas de nuestro Ser. Encuentra todas las justificaciones para que sigamos haciendo las cosas del Ego o la personalidad.
A este demonio se le vence no justificándonos y juzgándonos despiadadamente.
CAIFAS
Caifás es el Demonio de la Mala Voluntad, el enemigo de la Verdad. Representa nuestras palabras, obras y omisiones, en el terreno de los hechos.
Promete y no cumple lo que promete, le da lo mismo hacer que no hacer, pudiendo hacer no hace. Malgasta el tiempo en cosas ociosas que no tienen la menor importancia. No nos quiere dejar practicar nada. Quiere auto-realizarse sin trabajar. Ejemplos:
- Mala voluntad para establecer disciplinas de trabajo.
- Mala voluntad para cumplir los horarios.
- Mala voluntad para hacer las prácticas.
- Mala voluntad para levantarse a hacer las prácticas.
- Mala voluntad para investigar.
- Mala voluntad para comprobar.
- Mala voluntad para concentrarnos.
- Mala voluntad para la meditación.
- Mala voluntad para las retrospecciones.
- Mala voluntad para desdoblarnos.
- Mala voluntad para el saltito.
- Mala voluntad para hacer la práctica de los Derviches.
- Mala voluntad para la Transmutación de Fuerzas Cósmicas.
- Mala voluntad para los Traslados de Fondos.
- Mala voluntad para negociar con los Señores del Karma.
- Mala voluntad para eliminar a los yoes.
- Mala voluntad para auto-observarnos.
- Mala voluntad para reflexionar.
- Mala voluntad para comprender los defectos.
- Mala voluntad para pedir muerte.
- Mala voluntad para sacrificarnos por la humanidad.
- Mala voluntad para repartir volantes.
- Mala voluntad para foguearnos
- Mala voluntad para nacer.
- Buena voluntad para perder tiempo.
- Buena voluntad para las conversaciones ociosas.
- Buena voluntad para la distracción.
- Buena voluntad para ver televisión.
- Buena voluntad para las parrandas.
- Buena voluntad para el trabajo subjetivo.
- Buena voluntad para dormir y descansar.
- Buena voluntad para fornicar.
- Buena voluntad para darle gusto a los deseos.
- Buena voluntad para adulterar, etc., etc.
Veamos ahora algunas traiciones a la Obra:
- Cuando mezclamos el Conocimiento con cosas pseudo-esotéricas.
- Cuando nos identificamos con las cosas del mundo y nos retiramos de la obra
- Cuando abandonamos el Trabajo Esotérico.
- Cuando fornicamos voluntariamente.
- Cuando teniendo la Castidad traicionamos a la Madre tomando otra pareja.
- Cuando no cumplimos con el Juramento.
- Cuando escogemos el camino del Nirvana.
De los tres demonios es el peor. Es el enemigo de la Verdad. Si la Verdad es el Ser, digamos que es el enemigo del Ser. Es el enemigo del Cristo, lo quiere impedir a cualquier precio.
A este demonio se le vence con sacrificios conscientes y padecimientos voluntarios.
Busquemos a los Tres Traidores en cada uno de nuestros actos del diario vivir. Y recordemos que a todos los Yoes se les juzga por Traición.
Hoy vamos a ver este tema por la razón de que todo lo que nosotros hacemos aquí es de tipo práctico. Lo fundamental es aprender a sacar las prácticas y ponerlas en limpio, como dicen.
En las prácticas del desdoblamiento por ejemplo, la mayoría de las personas están fracasando, como que no han arrancado. En las prácticas de meditación, lo mismo. De la práctica de la retrospección, ni decir.
Sólo de vez en cuando se ve que los alumnos estén sacando prácticas en limpio. Entonces, en razón de eso, entra esta conferencia en el temario. Esto es para que tengamos en claro los distintos elementos que nos pueden llevar al fracaso cuando uno intenta hacer una práctica cualquiera.
Todas las prácticas, pues, dan resultados positivos, indudablemente. Lo importante es que uno llegue a hacer la práctica en la disposición de ánimo que se requiere para ello.
PRIMER ASPECTO DE FRACASO:
Uno de los aspectos por los cuales las prácticas fracasan es la FALTA DE CONCENTRACIÓN:
Normalmente, la mayoría de las personas no le damos la importancia que se merece a la Concentración. La Concentración es un poder terrible. Estamos concentrados cuando la Conciencia está centrada en la acción.
Si nuestra Conciencia es nuestro Dios particular, se imaginarán que ese nunca fracasa. Si una persona centra su Conciencia en lo que está haciendo, si no se distrae, si no se disipa, de hecho tiene poder. Y la Concentración es el mayor poder al que uno puede aspirar. Así no lo veamos todavía, así no lo analicemos, más adelante nos iremos dando cuenta de que es el poder más grande que puede desarrollar el hombre. Una persona en concentración logra cosas maravillosas. Puede, por ejemplo, atravesar una piedra caminando, pasar por el interior y salir al otro lado de una pared, etc.
Entonces, lo importante sería aprender a centrar la Conciencia en lo que estamos haciendo. Lo grave está en que la mayoría de los seres humanos no nos sabemos concentrar. Creemos que nos concentramos porque desarrollamos ciertas labores de manera aparentemente juiciosa, pero no estamos realmente concentrados.
Si uno quiere comenzar a desarrollar la Concentración tiene que empezar a llevar adelante una tarea muy sencilla: ver qué es lo que hace en el día. Cosa por cosa, sirve irla anotando, para ser consciente. El día que logremos hacer esa cosa concentrados será un éxito.
Entonces: la primer labor del día, la segunda, la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta, la séptima, etc., etc. y así todas, una detrás de otra. Indudablemente, la primera del día será despertarse, regresar del cuerpo astral al plano físico. Y hay que aprender a hacerlo como una labor consciente, centrar la Conciencia desde ese mismo instante para poder recordar todos los sueños. Mantralizar y traer todas las películas de lo que hicimos en el mundo astral. Y así quedaría uno todos los días despertándose conscientemente, recordando.
La segunda labor sería anotar cada uno de los distintos sueños que se tuvieron. La tercera incorporamos para salir de la cama. Indudablemente, un trabajador ordenado lo primero que hará será comprobar en qué dimensión se encuentra. No vaya a ser que esté todavía en la quinta y crea que está en la tercera dimensión. Deberá dar un brinquito con el deseo de flotar para ver si todavía está en la quinta. Sigamos, la cuarta será estirarse, la quinta será desvestirse o ir hasta el baño, llegar hasta el lavamanos, quitarse la ropa, meterse en la ducha, ajustar el chorro, que esté caliente, cerrar la puerta de la ducha, enjabonarse, enjuagarse, secarse, y así sucesivamente.
Ustedes ni se imaginan el número de tareas que se hacen en el día, y todas mecánicamente. Tenemos que llegar a hacerlas conscientemente, concentrados, con nuestra Conciencia centrada en lo que estamos haciendo en cada uno de esos instantes, para poder darnos cuenta de cada uno de los yoes que intervienen en cada tarea del día.
Entonces, uno tiene que luchar todos los días desde que se levanta por estar concentrado, por vivir el instante, por no distraerse, por no permitir que se le vaya la Conciencia a dar un paseo quién sabe a dónde. O se duerma definitivamente y estemos todo el día como zombis, caminando en la calle, hablando con la gente, peleando, discutiendo, preguntando precios, etc., y por la noche al volver a la casa si nos preguntan “¿Qué hizo usted hoy?”, respondamos “No sé”. Y esto porque hemos estado tan dormidos que no nos acordamos ni siquiera de lo que hemos hecho en el día. A ese punto se llega.
Cuando una persona ya es consciente de cada pasito de estos se baña, por ejemplo, y descubre los elementos que le ponen conflicto. Comienza a darse cuenta por qué en el diario vivir hay tantas indecisiones y otras cosas similares.
Si uno ya tiene un programa de actividades para el día va a lo que tiene que hacer, y no permite que llegue un pensamiento que no tenga que ver con lo que corresponde a esa tarea. La lucha está en eso. La Conciencia irá despertando y cada vez habrá más Concentración. Por ejemplo: una persona está haciendo la tarea número tres y resulta que se va a encontrar con fulanita en la tarea doce, y está tan emocionada que en la tarea tres está pensando en ella. Conclusión: está dormida.
Necesariamente tiene que estar centrada en lo que está haciendo en esta tarea. Si está pensando en ella, pues, está en el futuro, y no está viviendo el presente, no está viviendo el instante. Y si no está viviendo el presente no puede estar concentrado. Lo mismo sucede cuando uno esta en una reunión con alguien y está pensando en un problema que ocurrió en una tarea anterior. Esa persona no está viviendo el instante. De hecho, está descentrado, y tiene que hacer esfuerzos por centrarse.
Ustedes van a notar algo muy interesante: Cuando uno hace una tarea concentrado esa tarea se simplifica y se achica, y se vuelve sencillísima de hacer, y agradable, deliciosa. La tarea más elemental, lavar los pocillos de café, se siente muy agradable si se está concentrado, porque se está centrado en lo que está haciendo.
¿Pero qué sucede cuando se están lavando los pocillos de café? Uno descubre que hay yoes que dicen: “¡qué hartazgo!, sería mejor que otro lavara esto”. “¿Por qué tendrán que dejar los pocillos así?”. Y comienza una pelea interior entre los distintos yoes que no permite que uno esté concentrado.
Si comenzamos a darnos cuenta de eso podemos aplicar el proceso de muerte en marcha. A cada uno de esos detallitos que van apareciendo le vamos dando garrote. Fíjense que el que tiene el hábito de estar desayunando y pensando en la reunión con el gerente está desubicado.
¿Que dirían ustedes de este ejemplo?: Voy a preparar nómina. Entro a la oficina, me siento, inmediatamente le digo a la secretaria: “traiga un café”. A los cinco minutos de que me ha traído el café entra una llamada, me pongo a charlar con fulano. Ya son las nueve de la mañana y no he empezado a preparar la nómina. Después llega la secretaria, se sienta y le cuenta a uno un problema que tuvo con el esposo. Después otra cosa y ya, las once, y no he preparado la nómina. Y a todo el mundo le digo que estoy preparando la nómina.
De pronto uno llega en determinado momento y piensa: “¡nómina!”. La secretaria dice: “entró una llamada de tal”, y le respondo: “no atiendo a nadie hasta que no acabe la nómina”. “¿Quiere café?”. “No tomo café mientras esté preparando la nómina. Nada de eso, estoy aquí”.
¿Qué sucede? Uno se concentra tan intensamente que en minutos acaba la nómina. El error está en andar mariposeando y dando vueltas en lo que no hay que hacer. Si uno se concentra lo logra.
Si empezamos desde ahora a luchar ustedes van a darse cuenta de algo muy simpático: Llega uno al trabajo y la labor se vuelve chica, y uno lo termina en un rato porque lo hace disciplinado.
La persona que dice: me levanto, me baño, tiendo la cama, me visto, preparo el desayuno, organizo esto, desayuno, me voy, hago esto, llego a tal parte, hago esto, etc., esa persona va programada, va haciendo cosa por cosa y las vas haciendo centrada.
Resultado: con ochenta o noventa tareas las despacha todas. Pero el que no está programado, ¿qué hace?: “Voy a hacer esto primero. No, mejor hago esto otro. No, mejor dejo esto para mañana…”, y a la hora del té termina en que se le fue el día y no hizo nada, porque no tiene una disciplina. No está aplicando la Concentración en lo que está haciendo. Conclusión: fracaso.
Si ustedes se concentran ordenadamente en cada actividad, por simple que sea, van a descubrir algo: Hay tareas que nos agradan y hay tareas que nos desagradan. ¿Están de acuerdo?
Las tareas que nos agradan las hacemos muy rápidamente porque nos gustan, pero las tareas que nos desagradan siempre las posponemos. Pero ¿por qué nos desagrada determinada tarea? ¿Será que no sabemos bien cómo hacerla? ¿Será que hay algunos yoes que obstaculizan el desenvolvimiento de esa tarea?
Si observamos, la misma palabra Conciencia quiere decir CON, que es más, y CIENCIA, que es Sabiduría. Entonces, es el Ser el que nos va diciendo a nosotros, la vocecita nos va diciendo, hágalo así. Y lo vamos perfeccionando en una forma tal que cada día nos agrada más esa tarea. Y llega el día en que la tarea más difícil la hacemos perfecta.
Sentimos agrado porque la hacemos perfecta, entonces, queremos que vengan tareas. Nos volvemos personas preparadas para enfrentar compromisos difíciles.
Pero vean ustedes lo que sucede cuando se hace algo con mala gana, con aburrimiento: “Tengo que vestirme”. Presten atención a esas palabras: “Tengo que”.
“Tengo que desayunar”. De hecho, ahí hay una resistencia, una oposición, que vuelve muy difícil la tarea. Pero si ustedes están en vigilia descubren esa resistencia, y la matan. Ya no es tengo sino “quiero vestirme”, “quiero desayunar”. No es tengo, de mala gana.
Si entienden eso comienzan ustedes a descubrirlo todo. El día que lo identifica descubre uno que estar centrado es lo más agradable del mundo. Podría uno ir por la calle centrado meditando, como lo hace un Maestro.
Cuando una persona no piensa se manifiesta el propio Íntimo de momento en momento. Y puede uno escuchar la voz del corazón. Pero si está uno a toda hora con el batallar del pensamiento va sufriendo donde sea que vaya. Porque no está centrado en lo que está haciendo.
Si entendieron esto y ponen en práctica la Concentración, al cabo de unos años, sabrán concentrarse perfectamente en cada tarea que hagan. O sea, no estamos diciendo que en una semana, ni en un mes, ni en un año, sino que a través de la lucha, tarde o temprano, sabremos usar eso que se llama Concentración, y ninguna práctica va a fracasar.
Si aprovechamos esa Concentración para ir suplicándole a la Madre que elimine cada uno de los detallitos que intentan sacarnos de la Concentración avanzaremos en la muerte psicológica.
Si decimos “vamos a relajarnos”, entonces empezamos a relajar el cuerpo y nos relajamos. Si digo: “voy a estar en vigilia todo el día”, todo el día estoy en vigilia, porque sé concentrarme.
Si estoy trabajando muerte estoy trabajando en la muerte. Si voy a meditar, medito. Si voy a meter mi cuerpo en estado de Jinas, lo meto. Si voy a hacer una retrospección, para recordar una vida pasada, la hago y nunca fracaso.
El fracaso lo pone la distracción. Cuando uno se acostumbra a hacer las cosas sin distracción siempre triunfa en lo que está haciendo. Entonces, ahí esta el primer punto: Aprender a tener Concentración.
SEGUNDO ASPECTO DE FRACASO:
LA FALTA DE FE. ¿Qué es no tener fe?: Dudar, y la duda siempre lo lleva uno al fracaso. ¿Qué es tener fe?: Saber, tener la certeza.
Es distinto saber que creer. Uno puede creer que puede hacer muchas cosas. Por ejemplo, yo puedo creer que puedo volar, pero si no he volado, a la fija no vuelo. Me puedo quedar todo el día aleteando y no arranco. ¿Cierto? Pero cuando yo sé cómo volar arranco. Ahí está la diferencia.
Entonces, para tener fe, se necesita vencer algo que se llama la duda. ¿Qué nos hace dudar? Indudablemente, una sola cosa: estar uno a toda hora con la imaginación mecánica diciéndonos: “¿será que sí?”.
Si a uno le dicen haga estos pasos: 1, 2, 3, 4 y 5, hay que ir a hacer el paso 1, el 2, el 3, el 4 y el 5. Pero comienza la imaginación mecánica a dudar. Indudablemente, cuando entra la duda aparece una cosa que se llama fracaso.
Tan pronto uno duda sobre si sacará esa práctica, inmediatamente empieza a titubear. Lo que le pasa a la mayoría de los alumnos.
“¿Será que ese loco ahí nos está engañando? ¿Será que sí regreso al cuerpo físico después de esta práctica? ¿Será que es así? Y comienzan con dudas. ¿Será?
Y preguntar si será es sospechar que no se va a poder. Esto es lo que lo lleva a uno a fracasar.
Uno debe empezar con cierta seguridad el trabajo. Si le dijeron “hagamos los pasos 1, 2, 3, 4 y 5”. Pues hagamos los pasos 1, 2, 3, 4 y 5 y veamos qué aparece. En el momento en que lo estamos haciendo, estando concentrados, veamos qué incide en cada paso y corrijamos lo que aparece. Indudablemente, como resultado aparecerá lo de siempre, la cruda realidad de los hechos.
Cuando uno ya no duda no deja que el Diablo lo convenza. Cuando uno vence la duda inmediatamente hace y surge la sabiduría, la fe en lo que está haciendo. Y después no vuelve a dudar jamás.
Está bien que una persona que no se ha desdoblado conscientemente dude del desdoblamiento. Pero una persona que ya se desdobló conscientemente, averiguó, verificó, investigó, no tiene nada que dudar. Simplemente aplique y tiene sus resultados.
Decía un Maestro que hay cuatro normas en el trabajo esotérico. Estos cuatro pasos es bueno que todos los anoten y los tengan presentes:
1- ANHELAR: ¿Qué es anhelar? Es desear. Si ustedes se van a desdoblar tienen que desear hacerlo. Si no quieren desdoblarse ¿para qué hacen la práctica? Primero hay que desear y querer. Y Desear es Anhelar. Y querer no es otra cosa que imaginar.
2- El segundo paso es OSAR: ¿Qué es osar? Empezar a hacer. O sea, “voy a ir a desdoblarme” es el deseo de desdoblarse, ¿cierto? Pero ya empezar a desdoblarse es osar, comenzar, atreverse. Y empezar es ponerse a trabajar con la voluntad en algo que uno desea hacer. Estar centrado en lo que se desea hacer. Si entienden eso habrán dado un paso muy importante.
3- HACER: Indudablemente, el que empieza a hacer en algún momento termina de hacer. Esto tiene comienzo y tiene final. Ustedes empiezan a hacer una tarea, porque aquí ya empezaron, y de un momento para otro la hicieron. Pero acuérdense siempre que el que hace es el Ser, la Conciencia, y el que actúa es el yo. Una cosa es actuar y otra cosa es hacer. Aquí estamos diciendo hacer, que es del Ser. Entonces aquí está la Voluntad, y aquí está el hacer.
4- CALLAR: Si uno no calla empieza al otro día como loro: “¡Ah! Es que hice una desdoblada, y en eso duré ocho horas allá metido, e investigué la vida hasta de San Macanuto. Y aquí, y allí y allá. ¿Y qué sucede? A los dos días llega la policía interiormente: “venga compañero”, y lo meten por allá en un calabozo, por estar de chismoso.
Hay que saber que nosotros aquí pensamos en auto-realizarnos, y auto-realizarnos es lo contrario de hablar. Es aprender a callar, a guardar silencio.
Entonces, ven que fulano en astral está pretendiendo a mengano y se quedan callados. Coman callado, en todos los casos.
Nadie puede hablar de lo que ve en astral, porque o deja de verlo o se vuelve mago negro. Y luego monta consultorio de clarividencia y otra serie de cosas.
Pero si la persona sabe callar todos los días se desdobla, todos los días ve, todos los días investiga, todos los días cambia, todos los días mata yoes, hace las cosas como tiene que ser. Sin embargo, si habla no lo deja ser. Por eso es que cada uno de nosotros se pone sus propias limitaciones, porque al principio nos sentimos orgullosos de las cosas que hacemos. Tan pronto sacan la primera práctica ahí quedan.
Una persona que hace sabe. Y si sabe ya no vuelve a dudar. Ya tiene fe en lo que hace. Ha vencido a la ignorancia, ha vencido la duda, y ha logrado la fe.
TERCER ASPECTO DE FRACASO:
Algo que es importante que trabajemos desde ahora es EL TEMOR.
El Temor vuelve a todo el mundo impotente e incapaz. Cuando una persona tiene miedo no hace. Esta es la fuerza contraria al Amor, que está en la Obras. El temor castra a todo el mundo. Veamos ejemplos específicos:
Imaginemos que de un edificio que está allá vamos a colocar una banda templada de acero hasta aquí, a quince centímetros de altura. Le vamos a poner unos pasamanos y un tapete para que quede bien segura.
De ahí, a quince centímetros de altura del piso, sobre esa banda de acero bien templada, va a ir avanzando cada uno de ustedes tomados del pasamanos, caminando sobre la alfombra. ¿Alguno imagina que no puede? ¿Todos pueden? ¿Hay alguno que crea que no puede?
Vamos a hacer la misma tarea pero a cien metros de altura. Vamos a subir la misma banda, vamos a ponerla templada con su tapete y todo. Luego les decimos a cada uno: “vaya usted”. ¿Usted pasa? Y así, se darán cuenta de que no va a pasar ni uno solo. ¿Por qué? Porque inmediatamente la imaginación nos mete a nosotros el miedo. Y si no queda resuelto nuestro temor, mientras la imaginación no resuelva, la voluntad no trabaja.
Mientras ustedes no resuelvan sus miedos no podrán desdoblarse, no podrán meditar, porque no les va a funcionar la voluntad, que es la que los lleva al hacer. Es importante comprender eso.
CUARTO ASPECTO DE FRACASO:
El cuarto punto es muy importante: EL OBJETIVO:
Indudablemente, si ustedes han leído sobre el secreto del éxito, sabrán que cuando uno tiene un objetivo nunca fracasa. Pero cuando uno no tiene objetivo es un vago.
Por ejemplo: voy a salir de mi casa, pero no sé para dónde voy, si voy para arriba o para abajo. Y cuando llego a la esquina y decidí tomar uno de los dos caminos, no sé si ir para el norte o para el sur. ¿Cierto? Porque no tengo un objetivo, no tengo rumbo, no sé para donde voy.
Enseñan los expertos que de 10.000 barcos que salen de puerto con un objetivo determinado 10.000 triunfan, o sea, siempre llegan a donde van. Pero imagínense un barco cargado con toda la tripulación, los víveres y todo. Le dicen al capitán: “¿arrancamos?”. “Sí, arranquemos”. Y preguntan: “¿para dónde?”. “No sé. No sé todavía”.
Entonces ¿qué sucede? La tripulación empieza: “echemos para París”, “no, mejor salgamos para Alemania. Otro dirá: “no, mejor vamos para New York”, y así sucesivamente. Luego, toda la tripulación se pone a pelear y nadie hace nada. ¿Pór que? Porque no hay objetivo.
Eso nos pasa exactamente a nosotros. Cuando uno dice: “me voy esta noche a investigar esto, esto y esto”. A hablar con determinado Maestro, ir a determinada ciudad, investigar, encontrar a fulano, ir a buscar un mineral que está enterrado en la tierra que lo voy a sacar, etc. Lo que sea pero un objetivo determinado. Ahí siempre tendremos éxito, porque el éxito es el objetivo.
Entonces, ni bien nos desdoblamos, arrancamos para donde vamos y no perdemos tiempo. Lo grave es estar uno por ahí pajareando. No saber uno para donde va ni de donde viene.
Siempre tenemos que tener un objetivo: Ir al Tribunal, investigar cómo está determinado negocio, hacer un traslado de fondos, hablar con determinado Maestro, investigar sobre determinado agregado psicológico, etc. Tener un rumbo determinado, acuérdense siempre.
Por eso, cuando se está haciendo la práctica de la relajación, decimos: ¿cuál es el objetivo que vamos a cumplir tan pronto nos desdoblemos? ¿Cuál es el objeto de ir a buscar a determinado Maestro? Tengo que saber qué es lo que le voy a preguntar. ¿Le voy a preguntar cualquier cosa o simplemente le voy a ir a decir: qué tal, qué ha hecho? Como hacen en el plano físico todos. Para que le actualicen la historia personal. Siempre que se tiene un objetivo debe ser determinado, fijo.
Entonces, estudiemos un poco en qué estamos fallando en estos cuatro puntos: si está faltando Concentración. Si tenemos la Fe. Si encontramos yoes de Temor pidámosle a la Madre que nos los elimine. Y finalmente pongámonos un Objetivo. Con esto no se debe fracasar.
fuente: http://conocimientodesimismo.wordpress.com
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