Huelga general.

"No voy porque con lo que me descuenten no llego a fin de mes."

El día después de una huelga general el tema de conversación en los comedores de una grande empresa a la hora del bocadillo es el mismo de cada día. Las mismas frases huecas y vacías del día a día. Si le añades un televisor encendido dando su particular punto de vista sobre lo ocurrido el día anterior es cuando todo comienza a adquirir un aire surrealista. El más mínimo comentario de “¿tú dónde estuviste ayer?” desata un ataque por algún otro que se siente ofendido mientras no terminar de masticar bien su bocadillo.

Lo de ayer es una trampa para todo trabajador humilde y mileurista. Un insulto al currante de toda la vida, al de polígono, al de mediana o grande empresa. Ayer la mayoría hizo huelga alegando que estaba en contra de la reforma pero la mayoría se queda en casa porque está en contra de los sindicatos. Ese en un grave problema porque los sindicatos y el gobierno prácticamente son la misma institución. Acuerdan con el presidente del gobierno cuando les parece bien que convoquen una huelga general, al parecer lo mas lógico es convocarla para tres meses después de anunciar la reforma laboral cuando ya se haya aprobado en el parlamento. No nos equivoquemos, los sindicatos no van a morder la mano que les da de comer, así que es un intento de quedar bien con el trabajador tratando de hacer menos daño al gobierno. Para colmo la convoco que coincida con un día de manifestación a nivel europeo para pasar lo mas desapercibido posible ya que es desde Europa desde dónde se le exigió a ZP que hiciera las reformas pertinentes.

El pez se muerde la cola. El currante puesto entre la espada y la pared. Por un lado sabe que debe de ir a la huelga porque está perdiendo derechos, aunque el sindicato de turno de su empresa no se lo haya sabido explicar demasiado bien sabe que debe  mostrar su descontento al gobierno. El currante de a pie sabe que hay algo raro en convocar una huelga para tres meses después, pero le coge desprevenido comiéndose un bocadillo mientras comenta el partido de futbol del domingo así que no le presta la mayor atención. Cuando falta una semana para la huelga el currante se da cuenta de que faltar ese día al curro le va a suponer una media de 100€ y suerte que el Euribor está por los sueños de lo contrario este mes no llega a fin de mes. Así que decide cogerse el día de la huelga como festivo, ese día que aún le quedaba de asuntos personales, así no pierde dinero de su nómina. El empresario no pierde dinero, el sindicato gana porque no acude a trabajar y el gobierno se ríe de todos nosotros juntos.

Mientras estamos mirando la telebasura una entidad a nuestras espaldas se ríe de nosotros, la formada por el Gobierno-Empresario-Banquero (G.E.B) con unos secuaces llamados Sindicatos que hacen de intermediarios entre ellos y el currante.  La entidad G.E.B es la encargada de administrar tu vida. Ella es la ley. Cada día va recortando mas derechos a sus esclavos…. Perdón, quise decir trabajadores sumisos y estos a duras penas se dan cuenta mientras tienen puesta su atención en el show mediático televisivo. Otra parte del G.E.B se encarga de que mas del 50% de tu salario se lo entregues a ellos mediante préstamos de todo tipo y la otra parte se encarga de anunciar que tiene que congelarte el sueldo amenazando con cerrar o despedirte.

Y lo peor es que nos creemos que no hay otra forma. Nos hacen creer que ese es el único sistema. Y nos dejan luchar contra ellos, si, pero ellos nos dan sus armas, y con ellas no podemos hacerles daño. Con la ley del Sistema no podemos enfrentarnos al Sistema. Debemos de empezar a usar la cabeza, debemos de empezar a distanciarnos de la mentira que nos están metiendo en la cabeza poco a poco. Adormeciendonos, aborregándonos, haciéndonos creer que esta es la única forma en como los seres humanos podemos exisitir en este mundo.

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