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Pasajeros en Tránsito
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El lenguaje animal

El lenguaje animal

Al final encontré un lenguaje primordial. Desenterré un arcaico pero seguro lenguaje con el cual comunicarme con toda la creación. Cada uno de aquellos trazos, cada uno de aquellos movimientos eran entendidos por todos los seres de este universo. Además cada uno de aquellos símbolos era capaz de transcender y traspasar las barreras espacio temporales a la que el antiguo lenguaje me había anclado.

De forma inexplicable había encontrado el modo de evadir esta realidad. La solución radicaba en lo simple. Lo siguiente fue comenzar a dejar de utilizar el obsoleto lenguaje y comenzar a utilizar el reaprendido modelo de comunicación.

Supongo que al comienzo de los tiempos al ser humano se le ofreció una herramienta que a priori parecía ser la panacea. Aquella herramienta, la que llamamos el lenguaje poco a poco fue extendiéndose como un virus. Aquellos primeros seres humanos que comenzaron a hablar comenzaron a propagar aquel virus/lenguaje por toda la naturaleza, empeñándose en llamar a cada cosa por su nombre y de este modo condicionándola y anclándola a que cada cosa solo pudiera ser esa palabra y no más. En ese momento el Paraíso en que el ser humano jugaba comenzó lentamente a transformarse.

El ser humano perdió la inocencia y dentro de su cerebro comenzó a desarrollar áreas específicas para el lenguaje. Áreas que lo hicieron creerse por encima del resto de la creación. La palabra daba poder. La palabra detenía los cambios de aquel primigenio universo volviéndolo cada vez mas denso, solidificando la energía. Aquella energía que otrora fluía libre, que cambiaba y mutaba sin cesar, aquel universo cambiante fue deteniéndose lentamente.

El lenguaje, las palabras continuaron creciendo y esparciéndose por todo el planeta. La palabras, los pensamientos se convirtieron en dialogo interno y fueron llenando y ocupando la mayor parte del cerebro. Cada vez más aquel regalo, aquella herramienta mágica que era el lenguaje comenzaba a estar fuera del control de los propios seres humanos. Y lentamente, de forma imperceptible, aquel virus fue apoderándose de aquellos homínidos, fue tomando el control del cuerpo, y se erigió en el único modo en que ellos podrían acercarse al mundo, a la creación. En un fatídico día, el Hombre olvidó que antes había conocido el idioma del universo, olvidó que había sigo fluido y cambiante con el universo, olvidó que había danzado junto a la creación… comenzó a olvidar cosas que acababan de sucederle, comenzó a ser incapaz de recordar los sueños, comenzó a aislarse en si mismo alejándose más y más de la realidad.

Aquel virus había terminarlo por poseerlo, le había hecho olvidar. El ser humano ahora creía que aquella herramienta era la única que poseía para comunicarse con la creación. El lenguaje había hecho creer al ser humano que sólo a  través de él podría el ser humano aprender y conocer.

Preso. Aquella herramienta que debía de haber servido para hacerlo superior al resto de criaturas lo había encarcelado. El ser humano quedó entonces preso de sus palabras. Y pasaron generaciones y generaciones y los descendientes de Adán olvidaron lo que antes habían sido. Recordaron el Paraíso como si de un mito se tratase, algo lejano para ellos.

Olvida las palabras. Cada palabra está en tu mente asociada a cientos de ellas más tejiendo dentro de ti una prisión. Si dices AGUA!!! También dices Mar, playa, verano, vaso…. Etc. etc., en cadenas infinitas de asociaciones. Tus pensamientos se enredan alrededor de esas cadenas de ideas y no te dejarán nunca encontrar la salida. El lenguaje no es la herramienta.

Déjate guiar por la fuerza desconocida que hace que mi cuerpo retire la mano del fuego para no quemarse. Déjate llevar por la voluntad silenciosa que te empuja a avanzar día a día.

Tu cuerpo no es más que una extremidad más de tu cerebro.

Aplaude. Salta. Grita o danza. Exprésate con tu espíritu, con tus acciones. Olvida y limpia tu mente. Como dijo Einstein “"La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un sirviente fiel. Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y ha olvidado el regalo"

El mundo que vemos es ese mundo creado por la razón. Es el mundo creado a raíz del pecado original. El nuevo mundo está abierto a todas las posibilidades.  Vivimos en un universo que es así porque desde un principio le hemos dicho que es así, pero esto puede ser así o asá y de lo que sea nosotros somos los responsables.

Ahora todas las posibilidades están abiertas. Ahora todo es posible.